Justo cuando pensábamos que las cosas volvían a verse mejor después de Covid, muchas empresas de todo el mundo se encuentran ahora en medio de una tormenta perfecta de nuevos desafíos, incluida una guerra en Europa, la hiperinflación y una crisis energética. 

Nuestra encuesta anual HLB de líderes empresariales confirma que los riesgos para el crecimiento son mayores que nunca: 

• Las preocupaciones sobre el riesgo geopolítico han aumentado 26 puntos porcentuales en los últimos 12 meses 
• La inflación (insustancial a principios de la década) es ahora el mayor riesgo para el crecimiento de las empresas que hemos encuestado. 
• Lo que es más preocupante, se espera que el impacto de los riesgos cibernéticos y ambientales se agudice aún más en los próximos cinco años. 

Una cosa es segura: las complejas demandas de los líderes empresariales para responder, proteger, actuar y transformar son más exigentes que nunca. Este año, en nuestra encuesta anual, les hemos pedido a los líderes de todo el mundo que nos digan cómo están equilibrando la supervivencia aquí y ahora y el éxito en el futuro. 

Nuestros hallazgos confirman mi sospecha: que los líderes empresariales deben centrarse simultáneamente en la continuidad y el avance del negocio. Muchos están apuntando y creando capacidad para hacer ambas cosas y ejecutarlas bien. Por ejemplo, las empresas saben que deben 'equilibrar los libros' y, al mismo tiempo, invertir en innovación para crecer. Muchos están haciendo malabarismos tanto con la adopción de nuevas tecnologías como con la mejora de las condiciones de su fuerza laboral para garantizar que puedan ser más productivas, en lugar de despedir personal.

La mayoría parece bastante cómoda centrándose al mismo tiempo en las prioridades a corto plazo para sobrevivir y las prioridades a más largo plazo para prosperar, como por ejemplo, reducir los costos de energía mientras se invierte en fuentes de energía renovables para alcanzar los objetivos de sostenibilidad.

En tiempos de crisis, es igualmente importante mantener altos estándares de integridad. Sin embargo, en estos tiempos difíciles, la integridad podría volverse más difícil de preservar. Una cosa que podría ayudar es ser claro acerca de su propósito y trabajo para asegurarse de que los clientes, los empleados y las partes interesadas más amplias lo comuniquen y lo entiendan.

Aquellos que están orientados a un propósito pueden conectarse mejor con su base de clientes y están bien ubicados para impulsar múltiples programas, innovar más rápido y cumplir con su promesa de marca en tiempos difíciles.

“El propósito es absolutamente central para ayudar a las empresas que están formando su estrategia”, según Lindsey Stewart, directora de Investment Stewardship Research de Morningstar, una de las expertas en la materia que entrevistamos este año. “También genera esa cultura de innovación y flexibilidad que muchas empresas necesitarán para sobrevivir y prosperar a largo plazo”. 

Claramente, cualquier sospecha de que estos aspectos de ESG están en segundo plano mientras los líderes empresariales lidian con la última crisis es miope. 

Liderar a través de la tormenta perfecta requerirá un conjunto nuevo y diferente de comportamientos de liderazgo para dirigir las empresas de hoy en tiempos difíciles.