Se adopta formalmente la Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad corporativa

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La Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad corporativa (CDSDD) se convertirá en ley de la UE tras la votación del  texto final en el Parlamento Europeo  a principios de este año y su posterior aprobación por los gobiernos de la UE en el Consejo el 24 de mayo. 

Aunque algunos consideran que esta nueva ley  es una versión diluida  del borrador original, aun así representa un avance significativo en materia de gobernanza corporativa y rendición de cuentas dentro de la Unión Europea. Exige a las empresas rendir cuentas por su impacto social y ambiental y les exige que integren plenamente una rigurosa diligencia debida en materia de sostenibilidad y derechos humanos en todas sus operaciones comerciales.

¿Qué es la Directiva de Debida Diligencia en Materia de Sostenibilidad Corporativa?

Junto con  la Directiva sobre presentación de informes de sostenibilidad corporativa (CSRD) , la CSDDD tiene como objetivo aplicar estándares rigurosos de sostenibilidad ambiental y derechos humanos para las empresas de la UE. Esto incluye la identificación, prevención, mitigación y contabilización activa de los impactos adversos sobre el medio ambiente y los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro. 

La CSDDD es una de las regulaciones de sostenibilidad más rigurosas hasta la fecha porque responsabiliza a las empresas no sólo de sus propias actividades, sino también de las de sus proveedores y socios comerciales.

La nueva directiva se aplicará a las empresas de la UE con más de 1.000 empleados y un volumen de negocio neto anual mundial superior a 450 millones de euros, así como a las empresas no pertenecientes a la UE con más de 450 millones de euros de volumen de negocio neto generado en la UE durante el año anterior al último ejercicio financiero. Se implementará en fases desde 2027 a 2029, empezando por las empresas más grandes: las que tengan más de 5.000 empleados y un volumen de negocio neto de 1.500 millones de euros deberán cumplir en 2027, seguidas por las empresas con más de 3.000 empleados y un volumen de negocio de 900 millones de euros en 2028, y finalmente, las que tengan más de 1.000 empleados y un volumen de negocio de 450 millones de euros se incluirán en 2029.

Aunque se dirige principalmente a las empresas más grandes, se espera que la CSDDD cree un efecto dominó en toda la economía, obligando a las organizaciones no solo a examinar y mejorar sus propias prácticas de sostenibilidad y derechos humanos, sino también a aplicar estas normas en todas sus cadenas de suministro. 

Contexto de este reglamento

En un contexto en el que el cambio climático y las violaciones de los derechos humanos están cada vez más en el punto de mira, los gobiernos se enfrentan a una presión cada vez mayor para aplicar normas más estrictas. Esta urgencia ha llevado a la adopción de leyes como la CDSDD en el seno de la UE, que responden decisivamente a las preocupaciones mundiales y reflejan un consenso cada vez mayor en el sentido de que se necesitan más medidas que las voluntarias para afrontar estos desafíos de manera eficaz.

Diferencias entre el primer borrador y la forma actual

El texto final de la CDSDDD incorpora cambios significativos respecto de borradores anteriores.

En un principio, se propuso una aplicación más amplia, pero las negociaciones refinaron su alcance para centrarse en las empresas más grandes con sede en la UE. Ahora, estas entidades deben realizar una diligencia debida exhaustiva e informar sobre la sostenibilidad y la información relacionada con los derechos humanos, incluidos los riesgos y el desempeño, no solo dentro de sus propias operaciones, sino también a lo largo de sus cadenas de suministro.

Este ajuste responde a las opiniones de las partes interesadas durante las negociaciones, con el objetivo de lograr un enfoque matizado y equilibrar los estrictos requisitos de diligencia debida con las preocupaciones de implementación práctica. Al dirigirse a las grandes corporaciones, la directiva pretende  minimizar las cargas sobre las entidades más pequeñas  y, al mismo tiempo, ejercer una influencia sustancial en todas las cadenas de suministro. 

Lo que esto significará para las corporaciones

El cumplimiento de la CDSDD requerirá ajustes significativos para las grandes corporaciones, que ahora deben implementar mecanismos integrales de diligencia debida, realizar evaluaciones periódicas para identificar posibles riesgos ambientales y de derechos humanos, implementar medidas para mitigar estos riesgos y garantizar informes transparentes sobre sus actividades. 

También tendrán que desarrollar e implementar un plan de transición para la mitigación del cambio climático que se alinee con el objetivo de neutralidad climática para 2050 del Acuerdo de París, junto con los objetivos provisionales especificados en  la Ley del Clima Europea .

El incumplimiento puede dar lugar a importantes sanciones, ya que la  aplicación de las nuevas normas  implicará supervisión administrativa y medidas de responsabilidad civil. Los Estados miembros deberán designar una autoridad que supervise y haga cumplir las normas mediante la emisión de medidas cautelares e imposición de sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias, como multas. También deberán garantizar que las personas afectadas sean indemnizadas por los daños y perjuicios resultantes de la falta deliberada o negligente de la debida diligencia.

Las PYMES no son inmunes a los impactos

Aunque la directiva se dirige principalmente a las grandes empresas, las pymes también sufrirán sus efectos. Las grandes corporaciones exigirán a sus proveedores información detallada sobre sostenibilidad y derechos humanos. Como proveedores de estas grandes empresas, las pymes estarán sujetas a un escrutinio riguroso, lo que les exigirá que mejoren sus propios procesos de diligencia debida y transparencia para cumplir con las expectativas establecidas por sus clientes.

Como resultado de este efecto dominó, incluso las PYME tendrán que invertir en el desarrollo de sistemas y prácticas que cumplan con la CDSDDD. Esta transición podría traer consigo tanto desafíos como oportunidades de crecimiento y diferenciación, lo que impulsaría a las PYME a integrar la sostenibilidad más profundamente en su marco operativo.

Navegando por el CSDDD con la ayuda de HLB

La CSDDD representa un importante paso adelante en materia de gobernanza corporativa dentro de la UE, estableciendo altos estándares de diligencia debida en materia ambiental y de derechos humanos.

La directiva pretende fomentar un entorno empresarial más sostenible y ético imponiendo requisitos rigurosos a las grandes empresas e influyendo indirectamente en las pymes. A medida que las empresas se adaptan a estas nuevas exigencias regulatorias, están preparadas para impulsar cambios significativos en las prácticas corporativas, que beneficiarán tanto a la sociedad como al medio ambiente.

En  HLB Global , reconocemos las complejidades que presenta la CSDDD para las empresas de todos los tamaños. Nuestro  equipo de especialistas se dedica a ayudar a las empresas a afrontar estos cambios mediante el desarrollo e implementación de marcos de diligencia debida sólidos.

Ofrecemos un apoyo integral, desde  la evaluación inicial de riesgos  hasta la presentación continua  de informes de sostenibilidad y la garantía de cumplimiento . Nuestro objetivo es empoderar a las empresas no solo para que cumplan con los requisitos de la CSDDD, sino también para que utilicen esta directiva como catalizador para mejorar sus prácticas de sostenibilidad y mejorar su reputación. 

Póngase en contacto con nosotros  para descubrir cómo podemos ayudar a su empresa a navegar por el CSDDD.

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