Legislación sobre agricultura y derecho a reparar
A los políticos les gusta estar del lado del consumidor cuando se trata de compras y desempeño asociado, lo que ha llevado a varias leyes y propuestas nuevas sobre el "derecho a reparar" en los últimos tiempos. Estos cambios regulatorios podrían afectar significativamente al mundo agrícola, pero, como era de esperar, el tema tiene partidarios y detractores. ¿Cuáles son algunos de los principales avances en materia de derecho a la reparación y cómo podrían afectar a las partes interesadas agrícolas?
¿Qué es el derecho a reparar?
Una política de derecho a reparación debería garantizar que los productos de un fabricante duren más en el mundo real al permitir que los propietarios reparen o modifiquen estos dispositivos de forma independiente. Antes de estas leyes, muchos fabricantes restringirían el proceso de reparación de varias maneras.
A veces, el fabricante de equipos originales (OEM) limitaba el acceso a piezas, manuales, herramientas de diagnóstico y piezas de repuesto. Esta decisión haría que la reparación de productos fuera un desafío para los consumidores y los profesionales de reparación independientes. En otras ocasiones, los fabricantes utilizarían la gestión de derechos digitales o bloqueos de software para controlar el acceso. Solo los centros de reparación autorizados podían acceder a los productos mediante un proceso de autenticación especial.
A menudo, los fabricantes creaban un monopolio sobre las reparaciones insistiendo en que un usuario sólo podía llevar el producto a un centro de servicio autorizado. Estos centros tendrían acceso total a las herramientas y la documentación necesarias, mientras que los talleres independientes no.
Por último, un OEM podría diseñar intencionalmente una pieza de maquinaria de modo que los paneles de acceso cruciales fueran difíciles de abrir sin las herramientas patentadas adecuadas, lo que haría casi imposible su reparación. Una vez más, los talleres de reparación independientes tendrían que rechazar un trabajo de este tipo si un cliente lo presentara.
No hace falta decir que tales restricciones a menudo aumentarían el costo de una reparación "oficial", lo que haría difícil que los usuarios finales la justifiquen y que obtuvieran ganancias. A menudo tendrían que trasladar estos costos al consumidor y, como consecuencia, el movimiento por el derecho a reparar ha ganado tanta fuerza a nivel mundial.
Leyes en discusión
Nuevas leyes podrían eliminar estas restricciones.
En Europa, propuestas recientes podrían obligar a los vendedores a reparar o reemplazar productos defectuosos, aunque el proyecto de reglas no cubre el acceso a talleres de reparación independientes de terceros. En EE.UU., la Ley de Derecho Agrícola a la Reparación insiste en que los OEM deben proporcionar información para que la reparación sea accesible, incluido el acceso a herramientas digitales o físicas.
El impacto del derecho a reparar
Si estas reglas entran en vigor, podrían afectar a los distintos sectores de la industria agrícola de muchas maneras. Éstas incluyen:
Agricultores
Hoy en día, los agricultores a menudo tienen que esperar un período prolongado antes de que el fabricante del equipo designe a alguien para reparar una máquina problemática. Es posible que tengan los conocimientos y las herramientas para solucionarlo, pero el OEM puede prohibirles hacerlo según las normas de mantenimiento o garantía. La legislación podría eliminar estas restricciones y permitir que los agricultores continúen con su trabajo, evitando paros y posibles amenazas a la seguridad alimentaria nacional. Cuando el problema es electrónico, la empresa tendría que poner información y software vitales a disposición de talleres de reparación independientes según la legislación pendiente.
Personal de reparación y técnicos de servicio.
Los talleres y técnicos independientes ven la legislación sobre el derecho a reparar como un beneficio neto. Después de todo, tendrán acceso a negocios que tal vez no hayan visto antes y que antes habrían ido automáticamente a las grandes marcas. En cambio, los OEM deben poner software o herramientas especializadas a disposición del comprador y, por extensión, del técnico de servicio independiente. Por supuesto, es posible que estos talleres necesiten invertir en capacitación adicional, ya que ahora pueden tener que trabajar con equipos con los que no están del todo familiarizados. Además, tendrán la oportunidad de consolidar las relaciones con los agricultores locales y podrían convertirse en el taller de reparación preferido.
Transportadores
Los responsables del transporte de productos desde la granja hasta la mesa podrían beneficiarse de las consecuencias de la legislación sobre el derecho a reparar. Si estas reglas conducen a un trabajo de reparación más eficiente y asequible, esto podría reducir el tiempo de inactividad para los agricultores. Como tal, esto debería mejorar la eficiencia general de la cadena de suministro agrícola y beneficiar a los transportistas al garantizar un flujo de mercancías confiable y oportuno.
Proveedores de repuestos del mercado de accesorios
Si los OEM no insisten en que los agricultores utilicen piezas originales, esto podría abrir el mercado a proveedores de posventa. A su vez, esto podría generar una mayor demanda a medida que los agricultores y los talleres de reparación busquen acceder a los componentes necesarios.
Proveedores de seguros
Si los agricultores tienen un mayor acceso a servicios de reparación, herramientas o software, esto puede reducir la frecuencia de las averías de los equipos. A su vez, esto podría reducir potencialmente las reclamaciones y los costos de seguros.
El caso contra el derecho a la reparación
Algunos organismos se oponen a cualquier legislación sobre el derecho a reparar. Normalmente lo hacen desde el punto de vista de la seguridad del consumidor. Por ejemplo, pueden defender que si el usuario final no lleva el equipo a un proveedor de servicios autorizado por OEM, no hay garantía de que el proveedor lo repare correctamente. Esta situación podría provocar problemas de seguridad y posibles daños medioambientales si la máquina no funciona como debería tras una reparación tan "imprudente".
Estos organismos comerciales pueden preocuparse de que la legislación pueda violar las protecciones de propiedad intelectual y permitir que terceros accedan a secretos comerciales a través de información compartida. A los OEM también les preocupa que puedan enfrentarse a posibles responsabilidades legales relacionadas con reparaciones no autorizadas. Es posible que les preocupe que alguien responsabilice al OEM por lesiones o daños si algo sale mal después de una reparación relacionada con un técnico independiente.
¿Qué podría pasar a continuación?
El desafío para los legisladores es significativo. Después de todo, puede resultar difícil equilibrar la protección de la propiedad intelectual, el mantenimiento de los estándares de seguridad y el apoyo a un mercado de reparación competitivo. Queda por ver qué reglas emergen a medida que continúa la negociación.
Cómo puede ayudar HLB
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